¿Qué son las distrofias musculares?
Las distrofias musculares son enfermedades de origen genético producidas por mutaciones en genes que codifican proteínas musculares. En la mayoría de los casos, como sucede con la distrofina, se trata de proteínas estructurales que dan soporte al músculo esquelético. En otros, las proteínas deficitarias participan en la reparación de la membrana muscular (como es el caso de la disferlina) o en la organización interna de las fibras musculares (como es el caso de la miotilina).
En general, cuando una de estas proteínas está ausente, el funcionamiento muscular no es correcto y la fibra muscular puede romperse y morir.
¿Mecanismos activados tras la rotura de una fibra muscular?
No se conocen todavía con exactitud todos los mecanismos que llevan a una fibra a morir. No obstante, en los últimos 10 años se ha avanzado mucho en el conocimientos de cuáles son los mecanismos celulares que se activan una vez que las fibras musculares se lesionan. Cuando se produce un agujero en la fibra muscular, sabemos que existe una entrada masiva de calcio al interior celular. El aumento en la concentración intracelular de calcio tiene una serie de consecuencias: en primer lugar activa a unas proteínas conocidas como proteasas (entre ellas destacan las calpaínas) que empiezan a destruir todas las proteínas musculares y en segundo lugar impide una correcta función de las mitocondrias que son el motor de donde las fibras musculares obtienen energía para poder funcionar. A pesar deletéreo que pueda tener la entrada de calcio, se conoce que este incremento activa los mecanismos de reparación de la membrana muscular. Al mismo tiempo, se conoce que radicales libres presentes en la sangre y en los tejido pueden alterar de forma más fácil el funcionamiento muscular al entrar en contacto de forma directa con el interior de las fibras musculares. Todas estas alteraciones llevan a la muerte de las fibras musculares.
El músculo esquelético tiene capacidad para regenerarse de forma autónoma. Lo vemos frecuentemente en deportistas que son capaces de recuperarse tras una rotura de fibras musculares. Unas células especiales conocidas como células satélites son las encargadas de reparar el músculo. El problema en las distrofias musculares es que también estas células satélite son portadoras de la mutación, por lo que aunque tengan capacidad de regenerar el músculo, las nuevas fibras musculares seguirán estando enfermas y antes o después acabarán degenerando. Con el tiempo, la capacidad de las células satélite de regenerar el músculo disminuye, y éste es sustituido por un tejido graso y fibrótico sin capacidad para contraerse.
Jordi Díaz Manera Unidad de Enfermedades Neuromusculares Servicio de Neurología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Barcelona