Soy una madre emocionada por algo tan simple y bonito como es un acto natural y sincero:
«Os voy a contar una historia muy bonita que ha ocurrido hoy en el cole de Lorién… Estoy emocionada…
Hoy Carlos, el tutor de Lorién ha expuesto y explicado junto a Lorién su enfermedad, delante de todos sus compañeros. Lo ha hecho gracias a la guía educativa que hizo Sara para DPPE y que yo le envié hace un tiempo… ( Guía destinada al Sistema Educativo – Distrofia Muscular de Duchenne y Becker ).
Todos los compañeros se han emocionado mucho, muchos han llorado, no por pena sino por impotencia. Y al finalizar la explicación se han levantado y han ido dándole todos un abrazo.
Después de esa clase ha tocado recreo y se han juntado todo los compañeros de su clase y otras clases de cuarto y le han escrito ésto en su cuaderno:»
Existen todo tipo de apoyos… emocionales… vitales… necesarios…
Y luego existen esos que denominamos simplemente EXTRAORDINARIOS! Esos con los que nos quedamos sin palabras… Sobretodo cuando van directos al corazón de la forma más noble y limpia que hay.
Este apoyo viene de niños de 10 años y va directo a uno de nuestros chicos, Lorién. Tan pequeñitos, sus compañeros hoy le han hecho vivir un momento único e inolvidable para él, hoy ellos han conocido de primera mano la respuesta a esa pregunta… ¿por qué Lorién es «diferente»?… y por contra, él ha descubierto lo que significan las palabras… no estás solo! Ese apoyo… es, pocas veces comparable a ninguna otra situación.