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Los tejidos del cuerpo humano se deterioran con el paso de los años a medida que sus células madre pierden la capacidad de regenerarlos. En una investigación basada en tejidos musculares, Muñoz-Cánoves y García-Prat (que ahora está en Canadá y mantiene el contacto vía Skype) han demostrado que esto ocurre cuando falla el mecanismo de limpieza de las células, lo que lleva a la acumulación de residuos. También han demostrado que, si se administran fármacos para restaurar este mecanismo de limpieza (técnicamente llamado autofagia), las células madre recuperan la capacidad de regenerar los músculos. Según los resultados presentados en Nature, esto tiene un efecto rejuvenecedor para la musculatura, que recupera el vigor perdido. Aunque la investigación se ha realizado en ratones, abre la vía a mejorar la salud de personas ancianas debilitadas por la pérdida de masa muscular. También puede ser útil para personas que han perdido masa muscular por enfermedades como cáncer, sida o tuberculosis. Dado que todos los órganos y tejidos del cuerpo humano dependen de la autofagia, las investigadoras creen que la misma estrategia podría ser útil para retrasar el envejecimiento de otros órganos.